Tumichucua, un lago de la Amazonía boliviana situado a 20 kilómetros de Riberalta, departamento del Beni, cautiva a los visitantes con la presencia en sus aguas de un islote en forma de gota, al cual los comunarios consideran una isla flotante.
En este enclave de la biodiversidad pululan los monos, ardillas, jochi, tatú, lagartos, serpientes, caimanes, innumerables variedades de aves y el jaguar, que suele nadar hasta la isla, de solo 75 hectáreas.
Las aguas cristalinas de la laguna, cuyas profundidades varían entre dos y 28 metros, están cubiertas de abundantes peces y su origen se cree proviene de un antiguo meandro del río Beni hace cientos de años.
El nombre Tumichucua proviene de una palabra de la lengua indígena Tacana, que significa "Isla de los Matacuses" o de palmeras de Matacu, aunque en el sitio existen otras seis variedades de palmas.
Más de 700 especies de aves habitan esta zona, entre ellas cotorras, loros, paculas, pato de agua, sayubú, tordos, tucán, tucancillo, que son pájaros que migran a través de toda la selva amazónica en las diferentes épocas del año.
De sus peces destacan la curbina, lisas, pacú, tucunaré, piraña, yatorana y el paiche o "pirararucú", una rica especie lacustre que llega a medir más de dos metros de largo y sobrepasa los 200 kilográmos de peso.
Además de los empinados matacuses, en la isla resaltan los mapajos, árboles amazónicos gigantes y anchos, entre otras hermosas variedades de plantas, alrededor de cuyas flores revolotean multicolores mariposas.
Antiguo Centro del Instituto Linguístico de Verano (ILV)
La comunidad a la orilla del lago, durante muchos años fue el Centro de operaciones del Instituto Linguístico de Verano, una organización evangélica norteamericana que se dedicaba al estudio de los idiomas indígenas de la Amazonía y a la traducción de la Biblia en las lenguas originarias.
Las construcciones todavía muestran la arquitectora construida por los misioneros, que dejaron muchos estudios sobre la cultura y los idiomas de los indígenas amazónicos.
La gente y la naturaleza
Alrededor de 100 familias originarias viven por estos lares, la mayoría dedicadas a la producción del plátano, el pomelo (toronja) y la yuca, así como la pesca y el turismo.
A orillas del lago, los visitantes pueden bañarse en medio de la naturaleza y saborear pescados preparados por gente de la comunidad. Dentro de la isla hay una senda turística donde se pueden admirar árboles gigantes, y existe la leyenda de que la isla se mueve, pues entre junio y noviembre (época de lluvia) ésta cambia su paisaje.
Los visitantes también pueden disfrutar del paisaje y naturaleza, de paseos en bote por la laguna, pescar y disfrutar de deportes náuticos.
El turista puede llegar a Tumichucua desde Riberalta en micros y taxis. Y desde otras ciudades utilizando los servicios de la línea aérea ECOJET, o viajar en buses desde La Paz y Trinidad.
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